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Historia de una maestra

VAYA DÍA

Anoche salí. No estaba muy convencida, eran las 23 casi media y aún no sabía loq ue hacer, pero yo misma me obligué porque no quiero encerrarme en mi, y limitar mi vida únicamente al trabajo.
Fuimos a tomar unas cerverzas en un bar del pueblo y después nos fuimos a tro pueblo cerca de aquí. En mi pueblo ya me había bebido dos, cuando llegué al otro me pedí una e invité a una amiga, después ella me invitó a mi, y los muermos de los chicos, que por mucho que los quiera son unos mierdas no saben estar en ningún sitio, los sacas de su ambiente y te chafan la fiesta. Pues tonta de mi, como el miércoles es mi cumpleaños y estaban con malas caras, los invité, cuando seguro que llega el miércoles y ni se acuerdan. Son mis amigos y los quiero, pero son unos egoístas.
Cuando veníamos de vuelta, tuvimos que parar para que yo vomitara, había un chico de mi pueblo con un porro y me lo pasó, le dí tres caladas, pero me sube mucho.
Cuando llegué a casa me acosté y todo fue bien. Cuando me he despertado esta mañana estaba fatal, fatal, fatal. No quería vomitar para que no me oyeran mis padres, porque al verme salir anoche seguro que pensaban que me había emborrachado.
HE cogido unas bolsas y me vomitado un poco, cada vevz que vomitaba, la cabeza parecía estallarme. Tenía calor, mucha calor, pero a la vez, frio.
Al final me ha pillado, y le he dicho que me encontraba mal, que no sabía de que podía ser. Como no, mi madre se ha volcado, para que me encontrara bien. ME ha dado un poco de jarabe y me he quedado dormida. Estoy un poco mejor, pero aún sigue el malestar.
Estoy fatal últimamente, cada vez que salgo cojo unos pedos impresionantes. Esto tiene que cambiar.

2 comentarios

lambfactory -

A eso se le llama una buena resaca.Espero que ya estes mejor.:)

Taronjeta -

Los cuerpos hija.. que ya no son como antes...